Bornichos: Futuro o desaparición.
Si pretendemos encontrar soluciones, antes hemos de pagar el peaje de diseccionar el presente; y el presente de Bornos está un paso más cerca del abismo de lo que estuvo ayer.
Tenemos una tasa de paro en torno del 15.4%, un pueblo sucio, con las cotas más altas de delincuencia, drogadicción e inseguridad ciudadana posiblemente más altas que nunca habíamos tenido. Existe una gran fractura social entre generaciones en la sociedad bornicha. Los más mayores no entienden a los jóvenes y viceversa, y lo peor, posiblemente no se quieren ya entender, parece que flota en el aire la conciencia de que nos es posible; por otro lado no creo que en ésto seamos especiales al resto de España, lo cual tampoco es consuelo.
Por el contrario, Bornos seguramente en estos tiempos tiene una tasa de escolarización mucho más alta de la que conocimos generaciones anteriores…
El aval más importante de Bornos es el lago y sus momentos y su futuro más factible pasa por el turismo. Pero no tenemos museos, carecemos de eventos que atraigan el turismo, ni infraestructuras, ni visión.
La gente más preparada históricamente ha tenido que emigrar, y sigue haciéndolo hoy; se quedan en su mayor parte los jóvenes de escasa preparación, a quienes finalmente el pueblo tampoco les ofrece expectativas laborales, no ya de grandes trabajos con generosos salarios, sino ni tan siquiera trabajos mal pagados, que no exijan especiales conocimientos, y no hablemos de estabilidad.
A parte de estos problemas los bornichos han permanecido en un estado de complacencia y sumisión donde todo nos va bien como está. El malestar nunca estuvo bien encauzado no ha faltado tiempo en el que a Alcalde de turno no se le haya premiado por las calles, en conversaciones privadas, con adjetivos de dudosa sonoridad; en cambio no se usan los cauces adecuados para que descontento tan grande llegue a las conciencias de los que están para remediarlo; poca cerveza y mucha espuma.
A ningún cocinero le parece malo su menú si se le deja el plato vacío; esto, es una cosa que también puede ocurrir por exceso de hambre y no por la exquisitez de las viandas.
Los bornichos somos una sociedad desorganizada, que encuentra satisfacción y se conforma con lanzar improperios contra el viento.
Nuestro bien más preciado, el lago, está lleno de basura, botellas de vidrio rotas, bolsas .. y sumido en el más absoluto de los descuidos. Los accesos al lago lamentables, el piso un campo minado de baches.
Pero, pero, para solucionar todo esto tenemos un Alcalde y un ayuntamiento a quien culpar; más sin embargo yo que tengo unos años, jamás vi ningún Alcalde tirar basura por la calle, ni abandonar botellas de vidrio en el pantano; cosas éstas, que curiosamente no desaparecen culpando con vehemencia al Alcalde, ayuntamiento o al cura si tercia.
No existe Alcalde ni ayuntamiento que haga funcionar un pueblo sin la complicidad del pueblo. Es el pueblo el que ensucia o mantiene limpio el mismo; el Alcalde todo lo más debe poner más papeleras y medios para que los ciudadanos puedan cumplir sus obligaciones cívicas con las menores molestias posibles; y donde no llegue la razón ha de llegar la sanción, sin que tiemble el pulso.
El lago hay que explotarlo, y aprovechar sus posibilidades como lugar de prácticas deportivas; ya hay un club náutico, que parece que funciona bien; pero seguramente carece de dotación presupuestaria. Hay que atraer a los pescadores, para ello los accesos deben cambiar; hemos de cuidar las calles de acceso, hacer que la gente que venga de fuera encuentre todo tipo de comodidades, evitar los lugares sucios, descuidados y donde además pueden ser víctimas de los delincuentes.
La pesca y los deportes náuticos y acuáticos pueden explotarse casi todo el año; hay que limpiar bornos de consumo de droga en lugares públicos por un simple tema de imagen, pues eso no es lo que agrada a los visitantes; hemos de hacer que se sientan a gusto, cómodos, que tengan un lugar cerca donde comer, adquirir bebidas, artículos relacionados con aquello que venga a hacer, sea pesca, piragüismo, vela…etc o simplemente a pasear, procurarle hospedaje, en definitiva todo ese trato familiar del que siempre presumió este pueblo y que hacía volver a la gente. Hemos de mejorar las vías verdes, y para atraer turismo estival aprovechar los eventos que existen y crear o recuperar otros. Hace años recuperamos el festival Lago, es un evento interesante para atraer turismo si se escogen adecuadamente las fechas haciéndolos coincidir como antiguamente con los festejos del patrón, haciendo como en otro tiempo fiesta el fin de semana, la gente venía al festival y llegaba el día antes para aprovechar el toro. Debería recuperarse otro gran evento como era la Noche Flamenca con aquel esplendor, traería más gente, se puede hacer durante la semana cultural.
Podríamos solicitar la celebración de competiciones oficiales de distintos deportes en el lago, intentar que de nuevo se abra el acceso a la presa, con el compromiso del respeto al medio ambiente. Todas las actividades pueden generar negocios y riqueza para el pueblo.
Es importante que los bornichos puedan, si es su deseo, poder vivir en su pueblo. En definitiva hace falta una regeneración de la sociedad bornicha, que esa juventud ávida de cambios y revolucionaria, reconduzca todo ese potencial que tienen en su propio provecho y el del pueblo; hacen falta más asociaciones a través de las cuales los ciudadanos puedan articular sus relaciones con la función pública expresando sus deseos, ideas e inquietudes; a la vez la administración local ha de procurarles los medios necesarios para el desarrollo de su personalidad, que puedan hacer aquello a lo que tienen derecho, y no ha dejarlos ante la única posibilidad de pasar los lunes al sol.
Recuperar ese Bornos de antes, con corrillos de vecinos en sus sillas sobre las aceras durante las largas y calurosas noches de verano; y sobre todo esas casas donde las puertas siempre estaban abiertas. Todo eso es posible, yo creo en la gente de Bornos; si bien es cierto que la arbitrariedad y las imposiciones sobran, no es menos cierto que es necesaria, en algunos jóvenes disciplina, cosa que los mayores, ya tenemos por nuestro años, dado que como diría el profesor Sabater el Estado y sus criaturas nos devoraron. No sólo rezando se producen los milagros.
Una última opinión personal; que en la medida de lo posible se mantengan nuestros edificios emblemáticos en buen estado; y desde mi personal opinión, hay uno que siento puñaladas en el corazón cuando lo veo; es una casa privada, pero es más que eso, es un símbolo, algo por lo que reconocemos a nuestro pueblo en las fotos, me refiero a la Fábrica y sus anexos; de manera penosa se ha ido construyendo a su alrededor y temo que un día quede sin jardín para respirar, si hubiera manera de que el ayuntamiento se hiciera con ella para adecentarla y asegurar su pervivencia, se podría utilizar para múltiples funciones; se imagina alguien si un día al entrar por la Fabrica esta no estuviese allí, para mí sería una tragedia.
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